Post críptico para quienes me bancaron anoche
Luego de un balde de realidad helada en la cabeza, la constatación de mi incapacidad de planificar y prever y darme cuenta de todo lo que me faltaba, logré un estado alfa y le di duro y parejo. Amanecía y el asunto estaba todavía bastante en pelotas, sobre todo en lo que se ve del trabajo, que es lo único que se puede mostrar.
A eso de las ocho llamé. Celular apagado. Ocho y media, apagado. SMS agónico: pasémoslo para el miércoles, me quedé toda la noche y nada; llamame. Nueve y media, nada. Llamo. Atiende. Digo, para el miércoles sin falta, sin excusas, sin errores. Pareciera que se apiada; accede.
Parece que gané dos días pero es sólo uno, porque mañana voy a otro lado a hacer otras cosas. Y un día no será suficiente, lo sé, pero algo es algo. Espero sacar alguna conclusión. Dormí hasta las dos.
A eso de las ocho llamé. Celular apagado. Ocho y media, apagado. SMS agónico: pasémoslo para el miércoles, me quedé toda la noche y nada; llamame. Nueve y media, nada. Llamo. Atiende. Digo, para el miércoles sin falta, sin excusas, sin errores. Pareciera que se apiada; accede.
Parece que gané dos días pero es sólo uno, porque mañana voy a otro lado a hacer otras cosas. Y un día no será suficiente, lo sé, pero algo es algo. Espero sacar alguna conclusión. Dormí hasta las dos.
Etiquetas: Stories of typical me